México es un país netamente urbano: el 72% de la población, esto es, 3 de cada 4 mexicanos vive en localidades mayores de 15,000 habitantes.

Las ciudades son el eje de la competitividad económica, concentran la tecnología de punta, las comunicaciones, la cultura, la educación y las instituciones democráticas; sin embargo, son el escenario de una pobreza cada vez más extendida, fenómenos de segregación social y un preocupante deterioro ambiental.

Lo que suceda con las ciudades será decisivo para el rumbo que siga el país.

Hoy, enfrentamos una crisis urbana, caracterizada por el crecimiento desordenado de las ciudades con desarrollos habitacionales cada vez más alejados de los núcleos urbanos, y escasos espacios para el desarrollo de la convivencia social y la sustentabilidad.

En 30 años, la población urbana de México creció al doble, pero el territorio de las ciudades creció en promedio siete veces.

Si volteamos la mirada hacia lo que sucede en Sonora, veremos que entre 1980 y 2010 la población de Hermosillo creció 2.4 veces y la superficie de la ciudad 5.3 veces. Este es una regla que, con contadas excepciones, se repite en todo el país.

En los últimos años hemos construido enjambres masivos de vivienda social alejados y desintegrados de los núcleos de las ciudades. Esta situación obliga a sus habitantes a realizar largos y costosos viajes para acceder a sus centros de trabajo, opciones de abasto, un servicio médico, la escuela de sus hijos o una alternativa de entretenimiento y convivencia. Para muchos no quedó otra opción que abandonar estos desarrollos con una grave merma para su patrimonio.

De acuerdo con el INEGI, en 2010, 14% de las viviendas a nivel nacional estaban deshabitadas, algo devastador cuando existe todavía un considerable rezago habitacional. En Sonora, 16% de las viviendas están abandonadas.

Necesitamos impulsar cambios de fondo a la legislación que regula el desarrollo urbano en nuestro país, que nos permita mejorar los instrumentos de planeación urbana, a partir de  la suma de esfuerzos entre el gobierno y los empresarios del sector.

Es urgente instrumentar una política de vivienda y desarrollo urbano armónica, eficaz, que contribuya a “hacer de las ciudades lugares habitables, con un profundo sentido humano¨.

Para hablar del Desarrollo Urbano: riesgos y oportunidades, hemos invitado el día de hoy al Poder de las Ideas a Francisco Búrquez Valenzuela, Senador de la República por Sonora y Presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y Ordenación Territorial; José Inés Palafox, Secretario de Infraestructura y Desarrollo Urbano en Sonora; y Ricardo Yánez Navarro, Presidente de CANADEVI Sonora.

¡¡Comenzamos!!