Un mundo automatizado y mejor

La automatización es un proceso que ya está en marcha, es irreversible y puede ser un espacio de grandes posibilidades para todos.

La tecnología se convirtió en el más poderoso motor de cambio y transformación en la historia del hombre. Con la llegada de Internet, a mediados de los años 90 del siglo pasado, se dio inicio a una evolución acelerada de todas las actividades humanas, y las no humanas, a través del desarrollo de la inteligencia artificial.

Hoy, existe un gran debate sobre las implicaciones de Internet y las redes sociales en la clasificación del mundo por países. La red se ha convertido en el espacio de confluencia e intercambio más popular de la historia de la humanidad. Ahí conviven 2,550 millones de personas, y en las redes sociales, una extensión que permite la interacción, dialogan diariamente más de 1,200 millones de personas. Todo esto nos va a obligar a repensar nuestras concepciones de nación, espacio e identidad.

Y otro de los grandes temas que está a debate por los cambios que provoca la tecnología es el futuro. ¿Cómo la tecnología impactará la vida, el trabajo y la relación entre las máquinas y las personas? A la fecha ganan espacio los temores: la pérdida acelerada y masiva de empleos, de la sensibilidad y el sentido de humanidad. También hay quienes creemos que los cambios pueden traernos beneficios: mayor productividad para producir más y a menores costos económicos y ecológicos, relocalización y revaloración de las capacidades humanas en el trabajo, mejores niveles de igualdad con mayor acceso a bienes y servicios.

Creo que al menos tenemos que intentarlo porque lo que hoy tenemos no nos gusta: concentración del ingreso y desigualdad, deterioro del medio ambiente, exclusión y polarización.

Por ello me parece interesante recuperar parte de lo dicho por Jerry Kaplan, un experto de la Universidad de Stanford y reconocido por su impulso a fenómenos de los Star-ups en el Sillicon Valley, en una entrevista para el periódico español El País. Kaplan cree firmemente que el futuro ligado al desarrollo exponencial de la inteligencia artificial puede traer grandes beneficios a la humanidad, al mejorar la productividad, bajar los precios de los servicios y productos, y con el mejor aprovechamiento de los recursos. Calma a quienes vaticinan grandes y radicales cambios y desgracias, diciendo que el cambio es una constante de la historia de la humanidad con los inventos, que la automatización y la robotización ya está en marcha a nuestro alrededor.

Kaplan nos comparte una mirada al futuro con lo que sucederá con los carros. En un futuro próximo los vehículos no serán ni producidos ni conducidos por los humanos.

Que habrá distintos tipos de vehículos dependiendo la actividad que desarrollemos y que, incluso, va a cambiar el sentido de propiedad, pues no tendrá sentido comprarlos cuando podemos rentarlos sólo para la actividad y el tiempo que lo requerimos. Esto va a crear un gran ecostistema de transporte basado en la inteligencia artificial que atenderán de nuestras necesidades de manera personalizada, con mayor eficiencia y seguridad, a menores costos económicos y ecológicos.

Y en cuanto al trabajo, el experto en emprendimientos tecnológicos, dice que en el futuro seremos más ricos, que habrá más dinero disponible y más empleos. Lo que pasará es que habrá una conversión en los empleos, donde se cerrarán aquellos donde las máquinas hacen un mejor trabajo, y se abrirán otros conde los seres humanos somos únicos. Y pone como ejemplos las oportunidades que existirán en los servicios y entrenamiento, porque habrá más tiempo. También dice que habrá nuevos espacios de aportación, como la creación de experiencias de uso en las relaciones entre máquinas y humanos.

Kaplan dice que hasta las guerras evolucionarán por la automatización, pues serán más letales al ser mejor dirigidos los ataques y menos dañinas.

En fin, el experto de la Universidad de Stanford nos anima a pensar en las posibilidades del futuro dominado por la inteligencia artificial y los robots, dejando atrás los temores y abriendo la mente a nuevas y mejores posibilidades. Vale la pena entender que el proceso ya está en marcha, que es irreversible y que puede ser un espacio de grandes posibilidades para todos.