Residencia Digital para Negocios

Estonia busca ser para 2025 en uno de los líderes de la economía digital.

En una economía de mercado, las empresas son las principales creadoras de empleos en el mundo y en México. En nuestro país 8 de cada 10 empleos son creados por empresas privadas, principalmente micro, pequeñas y medianas.

Siendo tan relevante el papel de las empresas en la creación de empleos y la economía de los países, no es tan fácil atraerlas aun cuando sea para facilitarles el trabajo. En un mundo globalizado, donde la competencia no tiene fronteras, la atracción de empresas y de sus inversiones constituye uno de los principales desafíos de los gobiernos. Hay que competir, facilitar, innovar, simplificar, mejorar, eficientar.

Algunos gobiernos apuestan a otorgar beneficios fiscales a los emprendedores; otros a crear la infraestructura adecuada; menos a la creación, atracción y desarrollo de capital humano, y una minoría a crear ecosistemas de innovación.

En esta búsqueda de estrategias exitosas para atraer empresas e inversiones, destaca el caso de la iniciativa Residencia Digital para los Negocios, implementada por el gobierno de Estonia desde 2014.

Estonia es un país de 1.3 millones de habitantes que tiene como visión convertirse en 2025 en uno de los líderes de la economía digital. Por ello ha desarrollado un ambicioso programa de digitalización, que inició en 2000 y que consiste en impulsar una digitalización a gran escala de su gobierno. Hoy los estonios utilizan su identidad digital para hacer prácticamente todo tipo de transacciones gubernamentales y privadas.

Los avances logrados en esa materia facilitaron la atención a los habitantes en general y los empresarios en particular, lo que a su vez abrió camino para ofrecer la Residencia Digital para los Negocios. Ésta permite a cualquier empresario del mundo registrarse ante el gobierno mediante el proceso de firma digital verificada, la apertura y operación de cuentas bancarias, la gestión de permisos y la operación de sus empresas, sin necesidad de encontrarse físicamente presente en el país. Además de la movilidad que permite esta iniciativa, los empresarios pueden optar por el esquema fiscal de Estonia, que se caracteriza por ser uno de los más bajos en contribuciones.

Cabe aclarar que la Residencia Digital para los Negocios no implica el otorgamiento ni de pasaporte ni de la ciudadanía para quien la obtiene: es simple y sencillamente un permiso para hacer negocios en Estonia desde cualquier parte del mundo.

A dos años de operación de esta estrategia de atracción de inversiones, se tienen ya registrados mil empresarios y en operación 700 nuevos negocios. La meta es muy ambiciosa hacia 2025: contar con 10 millones de residentes electrónicos en el país. Estonia se propone ser la primera nación sin fronteras digitales. Y ahí va avanzando. Actualmente sus ciudadanos sólo necesitan la tarjeta de identidad digital, un lector USB y una computadora con acceso a Internet para realizar todas sus tareas desde cualquier parte del mundo.

Las autoridades estonias describen la residencia electrónica como un primer paso hacia un futuro móvil, donde los países competirán por la mejor gente.

Entre los detractores de la iniciativa están quienes temen que se atraiga a delincuentes y defraudadores de todo tipo. También existen preocupaciones sobre la seguridad de la información, por lo que el gobierno estonio está negociando con empresas de Inglaterra la creación de respaldos de seguridad de la información crítica.

Iniciativas como la referida son las que pueden dar oportunidades a los países en un mundo más competitivo y más conectado. El de Estonia es un buen ejemplo para el gobierno mexicano, donde la apertura rápida de empresas sigue siendo una promesa y la operación de las empresas con el gobierno es complicada y costosa.